
Escribimos desde Wexford (Irlanda) donde se ha celebrado el
17º “Workshop Nitrogen Workshop” en el que han participado unas 300 personas, la mayoría investigadores con experiencia en ensayos a escala parcela.

Como en todo evento relacionado con los impactos del N en el medioambiente los puntos de conexión con la mitigación del cambio climático han sido abundantes. Un gran número de pósters y comunicaciones orales se han centrado en la posible mitigación de emisiones de óxido nitroso en cultivos. Todas las sesiones han sido plenarias, aunque el evento incluía un workshop específico sobre inhibidores de la ureasa y la nitrificación. En las sesiones plenarias se ha dedicado un tiempo probablemente sobredimensionado a este tipo de soluciones tecnológicas, principalmente en el caso de los inhibidores de la nitrificación. Quizás por la importante presencia de investigadores Neozelandeses entre los delegados. Aunque no menospreciamos el potencial que pueden tener estos compuestos comerciales, en la actualidad se están investigando un gran número de soluciones diferentes que deberían haber tenido un protagonismo equivalente.

Nos ha resultado especialmente interesante la sesión titulada “Will the cost of N threaten food security in the post-oil era?” La sesión comenzó con dos potentes presentaciones “The challenges of feeding 9-10 billion people- sustainably and equitably by 2050” (Charles Godfray) y “Nitrogen and food security in the EU from a global perspective” (Hans van Grinsven).
Charles Godfray en una presentación el año pasado sobre la misma temática: [youtube=http://www.youtube.com/watch?v=WiUq7CfFBeA&w=640&h=360] Siguiendo a estas presentaciones de ponentes invitados, se nos presentó un trabajo interesante: “The Nitrogen footprint of European food production” por el investigador de Alterra (Universidad de Wageningen) Jan Peter Lesschen. En este trabajo en el que han colaborado reputados investigadores europeos como Adrian Leip y Oene Oenema, se muestra la estimación de
emisiones de Nitrógeno asociada a los hábitos de consumo de los europeos. Un trabajo muy cuidado que sostenido en la modelización mediante el uso combinado de los modelos
CAPRI y
Gains, y con datos de
FAO e
IPCC, permite estimar las emisiones asociadas a nuestros hábitos de consumo. En un trabajo también destacado se compararon las emisiones de GEI de explotaciones intensivas y extensivas de vaca lechera. Aunque las emisiones dentro de la granja y por unidad de producto son mayores para el extensivo, si incluimos el secuestro y las emisiones ocurridas en la producción de soja en el extranjero, la explotación en extensivo resultó ser claramente menos emisora. Todo esto, junto con el siempre presente concepto de la seguridad alimentaria sobrevolando el plenario, nos ha hecho, con cierta satisfacción por nuestra parte, observar como se está articulando una respuesta científica a los principales desafíos a los que se enfrenta la humanidad: cambio global y crisis alimentaria. Resulta significativo, que este tipo de propuestas, lanzadas desde tan reputados expertos, hacen un llamamiento a la comunidad científica sobre otras opciones de mitigación, al tiempo que dan una científica a iniciativas sociopolíticas que deben tener una papel preponderante en los próximos años si queremos atajar los problemas derivados de las emisiones de compuestos nitrogenados al medio y la crisis alimentaria que acrecienta el crecimiento poblacional actual.

Finalmente, destacar que hemos asistido a la puesta de largo del novedoso sistema de voto por control remoto, mediante el que los delegados participaban directamente en el transcurrir del workshop con respuesta a diferentes preguntas planteadas por los responsables de cada sesión. Con todo lo expuesto el sabor de boca ha sido positivo, con un matiz de Guinnes ;) ¡Nuestra felicitación a los organizadores! Luis Lassaletta y Alberto Sanz-Cobeña (
los dos de la derecha abajo)