El artículo “Reducing greenhouse gas emissions from agriculture: Avoiding trivial solutions to a global problem” escrito por Jeremy R. Franks y Ben Hadingham de la Universidad de Newcastle, resulta muy interesante frente al reto de reducir emisiones en el sector agrario.  Se trata de un análisis sobre los pasos necesarios para disminuir las emisiones generadas por granjas individuales, el sector y el país y los problemas y luego los retos asociados. Define los 3 pasos como:

  • Identificación de las explotaciones agrarias más contaminantes
  • Determinación de las medidas más apropiadas
  • Selección entra las medidas propuestas según su coste-eficacia

Asimismo describe, entre otras, tres dificultades principales para superar si realmente queremos medidas adecuadas. Si no, se encontrará en una situación donde, por lo visto, unas explotaciones están reduciendo sus emisiones, las del sector y las del país pero realmente están  aumentando las emisiones mundiales.

En primer lugar nos cuenta que hay una falta de consenso sobre qué unidades deberíamos utilizar para medir emisiones de GEI y como tal resulta complicado identificar cuáles son las explotaciones más contaminantes.

Segundo, destaca el fenómeno de “Carbon Leakage”. Este término utilizado para explicar la situación en la que un país consigue disminuir sus emisiones gracias a la exportación de productos con pocas emisiones asociadas y la importación de productos con muchas emisiones. Esta fisura legal permite que los países del Anejo 1 del Protocolo de Kyoto consigan  sus objetivos de emisiones. Si fuera a revés, que las emisiones de las importaciones contaran y las de las exportaciones no, el caso del Reino Unido sería muy distinto: las emisiones de GEI serían 19% por encima (en lugar de 3-4% por debajo) del objetivo de Kyoto.

Finalmente, trata sobre la falta de fiabilidad de datos en el coste-eficacia de varias medidas de mitigación. Describe que las curvas de costes de disminución marginal conocidas por sus siglas en inglés, MACCs (Marginal Abatement Cost Curves) excluyen el impacto de las actividades de mitigación sobre la producción y de ahí  las importaciones y exportaciones.  Además observan que no resulta muy útil dar un ranking de medidas por el sector sin tener en cuenta sus interacciones con otros sectores.

El artículo examina unos temas muy interesantes que deberían ser considerados por todos  los grupos de interés antes de formar nuevas políticas de mitigación. Concluyen que será difícil superar pero necesario para evitar soluciones triviales.