El pasado mes de octubre se celebró la primera conferencia de EURAF (European Agroforestry Federation) que incluyó una sesión con en el Parlamento Europeo con el objeto de promover este tipo de sistemas por parte de la Política Agraria Común. Las ventajas de este tipo de sistemas reconocidos como una forma sustentable de promover la agricultura incluyen el incremento del carbono secuestrado en el suelo en tierras agrícolas y la reducción del riesgo de incendios forestales, y por tanto de liberación de CO2 a la atmósfera en los países de la cuenca mediterránea. El establecimiento de árboles a escasa densidad en terrenos agrícolas (Figura 1) muestra un gran potencial ya que se permite la mecanización (Figura 1) y la colonización de las capas más profundas del suelo por parte de las raíces de los árboles, en donde no compiten con los cultivos (Figura 2). La producción de cultivos en las calles situadas entre filas de árboles establecidos a escasa densidad llega a aumentar la producción de biomasa en un 40% (LER entre 1.2 y 1.8) y modifica el patrón de distribución radical tal y como se ve en la Figura 3.
Figura 1. Cultivo de cereal intercalado con árbolado productor de madera de calidad. Proyecto SAFE
Entre las medidas propuestas por EURAF se integran el reconocimiento de áreas susceptibles de recibir pagos directos aquellas que tienen más de 50 pies por hectárea, lo que ha ocasionado la eliminación de árboles en toda Europa y por tanto yendo en sentido contrario a otra medida estrella de la PAC: la reforestación de tierras agrícolas.
Deben desarrollarse metodologías que permitan cuantificar a escala local la potencialidad del secuestro de carbono de estos sistemas y contribuir así la consecución de los compromisos adquiridos en el ámbito del protocolo de Kyoto. El aumento del volumen explorado por las raíces incrementará el volumen de carbono secuestrado en el perfil del suelo, aspecto altamente importante en países de amplia extensión como es el caso de España en el contexto de la Unión Europea. Se están desarrollando estudios en los que además se establecen sistemas silvopastorales a través de los que la presencia del árbol mitigue el impacto negativo del ganado sobre el medio desde una perspectiva del cambio climático.
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Figura 3. Modelos de distribución radical de raíces de árboles en sistemas forestales (a) y agroforestale (b). De Dupraz y Talbot (2012)
Autora: Mª Rosa Mosquera