Los colegas investigadores de Sudamérica están realizando trabajos muy relevantes en el ámbito de la mitigación del cambio climático en sistemas agrarios y ganaderos. Hoy nos acercamos a Argentina para conocer un trabajo sobre emisiones de N2O en cultivos de cobertura. El trabajo ha sido difundido a través la revista “Nuestro Suelo”, de la Asociación Argentina de Ciencia del Suelo. Aquí tenéis también el link del artículo original y del resumen.

El trabajo fue realizado por un grupo de investigadores del Instituto de Clima y Agua de INTA Castelar y del Grupo de Gestión Ambiental de INTA Pergamino. Ellos están evaluando técnicas de manejo con potencial de mitigar las emisiones de N2O en sistemas agrícolas extensivos de Argentina, entre las que se encuentran el uso de distintos sistemas de fertilización nitrogenada y la incorporación de distintas especies como cultivos de cobertura.

EFECTO DE LA MEZCLA DE CULTIVOS DE COBERTURA SOBRE LAS EMISIONES DE N2O EN SISTEMAS AGRÍCOLAS

A nivel mundial, los sistemas agrícolas se enfrentan a muchos desafíos. Uno de ellos es aumentar la producción de alimentos reduciendo los efectos nocivos sobre el medio ambiente mitigando el cambio climático a través de prácticas sustentables. Una de las prácticas que actualmente está tomando importancia por los servicios que ofrece a los sistemas agrícolas es el uso de cultivos de cobertura (CC).

La incorporación de CC en rotaciones agrícolas podría ser una opción viable para incrementar la estabilidad ecológica y resiliencia de los agroecosistemas, contribuyendo a una mayor productividad. Entre las opciones disponibles, está el uso de leguminosas que aportan N extra proveniente de la fijación biológica y, en combinación con gramíneas, disminuye las pérdidas de N por lixiviación, recicla nutrientes dentro del sistema y mejora el funcionamiento edáfico. Sin embargo, cómo su uso afecta las emisiones de gases de efecto invernadero todavía es incierto.

En este trabajo evaluamos el impacto de la utilización de una leguminosa como CC combinado con una gramínea sobre las emisiones de óxido nitroso (N2O) como antecesoras de maíz bajo siembra directa. Para ello se utilizó un ensayo de larga duración ubicado en la EEA Pergamino. Se seleccionaron los tratamientos con: avena-vicia y maíz fertilizado con N, avena-vicia y maíz no fertilizado con N y testigo (sin CC) con maíz fertilizado. La fertilización del maíz es de 32 kg N ha-1 entre los estadios V4 y V5. Se midió la emisión de N2O a través de cámaras estáticas con ventilación después de la siembra de maíz (2 momentos) y luego de la fertilización nitrogenada del maíz (3 momentos). También se midió temperatura y humedad adyacentes a cada cámara y el contenido de nitratos y amonio en cada parcela.

Se registraron mayores emisiones de N2O luego de la siembra de maíz que luego de su fertilización en el estadio V5 (Figura 1). Niveles más altos de humedad en etapas tempranas del cultivo tendieron a aumentar las pérdidas por desnitrificación. Así, se observó una alta correlación positiva entre el N2O y los poros llenos de agua, indicando la influencia del contenido de agua en las primeras etapas fenológicas de maíz. La emisión de N2O no correlacionó con el contenido de nitrato, pero sí con el amonio. Después de la siembra de maíz y una lluvia se registró la mayor diferencia de N2O en las parcelas con avena-vicia con respecto al control (799 vs 84 μg / m2). Durante todo el periodo evaluado, se observó que el suelo con la secuencia avena-vicia como antecesor de maíz, independientemente de la fertilización, emitió más N2O que el control (218 vs 48 μg / m2).

Figura 1 Emisiones de N2O después de la siembra de maíz y luego de la fertilización nitrogenada.

La presencia de la leguminosa incorpora N extra al sistema e incrementa la cantidad de nitratos susceptibles a desnitrificarse. Luego de 10 años de incluir avena-vicia en la secuencia soja-maíz, se generaron incrementos >20% en carbono y nitrógeno orgánico del suelo en comparación con el testigo, indicando que la presencia de leguminosa como CC aporta N al sistema que, si bien puede favorecer pérdidas a la atmósfera, también contribuye a su mitigación a través del secuestro de C y N en el suelo. Por lo tanto, las prácticas agronómicas que incluyan mezclas de leguminosas y gramíneas como cobertura, podrían tener un efecto limitado sobre el impacto de las emisiones de N2O teniendo en cuenta que su adopción puede considerarse en función de otros beneficios como el aumento de las reservas de materia orgánica del suelo mitigando el cambio climático y otros servicios ecosistémicos.

Trabajo Completo:

Azich, PE; SB Restovich; S Vangeli; G Posse; J Camarasa; MJ Dalpiaz. 2018. Efecto de la mezcla de cultivos de cobertura sobre las emisiones de N2O en sistemas agrícolas. En: Actas del XXVI Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. San Miguel de Tucumán 15 al 18 de mayo de 2018. Pág. 1557-1558.